Reseña libro "Piercing" de Ryū Murakami

Libros

25 de septiembre de 2025

PorAndrés León, socio y librero de librería de Fuego
Reseña libro "Piercing" de Ryū Murakami

¡Los japoneses son cuáticos! Tienen esa habilidad para llevarte a lugares incómodos de los que, si te atreves a entrar, es casi imposible salir… o dejar de leer en este lindo caso. Piercing de Ryū Murakami, tiene poco más de 200 páginas y ya desde la primera te suelta que el protagonista siente deseos irrefrenables de matar a su guagüita. ¡Cachá la volá, po! ¡El papito del año! En su cabeza circulan diferentes formas de atravesar a su bebé con un picahielos. ¡Es que no podí! Pero uno se queda ahí, pegado, queriendo saber hacia dónde va todo esto.


A veces me pasa que ciertas novelas intentan llevarte a terrenos oscuros, pero no logran convencer. Murakami, en cambio, te atrapa al toque. El protagonista, en vez de matar a su bendición, decide “portarse bien” y buscar otra forma de saciar su hambre asesina. En ese proceso, el autor nos mete en su cabeza y nos muestra, con un nivel de detalle casi quirúrgico, cómo elige a su víctima y todo el meticuloso procedimiento que imagina para escuchar cómo suena un tendón de Aquiles al cortarse.


Y lo más genial de la novela, para mí, no es esa parte —que igual es intensa—, sino lo que viene después: la víctima entra en escena. Porque la chiquilla que él ha elegido también tiene su cuento, y es desde esa vereda que la historia se pone realmente buena. La tensión es tal que el libro se lee rapidito: por un lado, lo que piensa él; por el otro, lo que ella cree que él piensa. La chica lo cacha al tiro, lo lee tan bien que nuestro amiguito empieza a dudar de su plan, y al final todo se enreda en un juego de suposiciones sobre lo que el uno cree del otro.


No creo que sea una novela que te deje pa’ la embarrá (te tengo fe), pero sí es de esas lecturas trepidantes, con acción psicológica que te mantiene todo el rato pensando. ¿Y por qué se llama Piercing, caballero? Tení que puro leerlo pa´cachar… pero eso sí, ¡por favor, hágase ver después!